El 20 de octubre de 1868, cubanos y cubanas dieron rienda suelta a su patriotismo y en Bayamo, ciudad cuna de la revolución, blandieron machetes y fusiles, entonando por primera vez el Himno Nacional.
Por Marilys Suarez Moreno
Sólo habían transcurrido 10 días del levantamiento independentista del 10 de octubre de 1868, cuando las bisoñas tropas del Padre de la Patria cubana, Carlos Manuel de Céspedes, al frente de su Ejército Libertador, tomaron la ciudad de Bayamo, hoy capital de la provincia Granma y asiento entonces de una fuerte guarnición española.
A golpe de machetes, unos pocos fusiles y mucha audacia, aquellos hombres y mujeres que enraizaron la libertad irrumpieron en la historia y protagonizaron el primer gran acto cultural y nacional de nuestra historia.
El Himno, llamando al combate a los bayameses, fue el inicio de una lucha ardua que Cuba hizo suya y en la cual el sentir de cubanía devino aspiración de justicia y libertad, sedimentando en cubanas y cubanos el concepto de nacionalidad. Fue hace 155 años y desde entonces comenzamos a mirar la vida de manera diferente, en una patria que, como dice nuestro Himno Nacional, nos contempla orgullosa.
Reflejo de los valores espirituales, culturales y artísticos creados a partir de la Guerra de los 10 Años y fuente nutricia de una cubanía raigal, en la que las ideas de cultura y nación se han hecho inherentes a nuestra identidad, la Jornada por la Cultura Nacional nos acerca a una fecha tributaria y enaltecedora de nuestra historia. De esa fragua irreductible, puesta a prueba a lo largo del tiempo, germinó más avanzado y radical el pensamiento cívico y patriótico que hoy nos une y engrandece.
El Decreto que instituyó la fecha del 20 de Octubre como Día de la Cultura Cubana expresa que el “Himno Nacional de Cuba acompañó y alentó a los revolucionarios independentistas que con la toma de Bayamo convirtieron urgencias y sueños en actos, y que con la proclamación de la independencia y la abolición de la esclavitud, iniciaron los 100 años de lucha en que nuestro pueblo afirma su identidad y forma la nación cubana.”
Alentados por el fuego patriótico de la ciudad, que días después prefirió arder antes de rendirse, celebramos la jornada por la Cultura Cubana en un contexto vasto y ejemplar, que refrenda a una de sus más hermosas tradiciones: la Fiesta de la Nacionalidad, legado de un acervo que rinde honor a los fundadores. La cita resaltará también, como lo hace cada año, las riquezas históricas, patrióticas y culturales atesoradas por Bayamo, que tiene en Espejo de Paciencia, escrito en 1600, la expresión literaria más antigua de Cuba. Este año la jornada honrará al poeta santiaguero y Cantor del Niágara, José María Heredia, en el aniversario 220 de su nacimiento.
A la cuna de la Revolución le corresponde celebrar la tradicional fiesta de la cubanía en la Plaza del Himno, entre los valores que nos acunaron. Variadas actividades y el habitual recorrido desde la casa del Padre fundador hasta la sede del evento Crisol de la Nacionalidad, forman parte del programa concebido para la celebración, en homenaje a la cultura nacional y a la patria que nos descubre digna y orgullosa.
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