lunes, 25 de septiembre de 2023

Resumen de los discursos de Miguel Díaz-Canel Bermúdez en el 78 Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

 


Redacción Mujeres

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha pronunciado varios discursos durante el 78 Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrado en Nueva York, Estados Unidos. Mujeres te propone leer un resumen de las principales ideas expuestas por el mandatario cubano.

En el debate general de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de la República de Cuba expuso que llevaba «la voz del Sur, la de los “explotados y los vilipendiados”, como se le oyó decir al Che Guevara en esta misma sala hace casi 60 años».

Aludió, además, a la Cumbre de líderes y otros altos representantes del Grupo de los 77 y China, celebrada en La Habana: «Durante dos días, prácticamente sin descanso, más de 100 representantes de las 134 naciones que integran este bloque levantaron sus voces para demandar cambios que ya no pueden posponerse más en el injusto, irracional y abusivo orden económico internacional, que ha profundizado, año tras años, las enormes desigualdades entre una minoría de naciones muy desarrolladas y una mayoría que no logra superar el eufemismo de “naciones en desarrollo”.

«Nos unió la necesidad de cambiar lo que no ha sido resuelto y la condición de víctimas principales de la actual crisis multidimensional global, del abusivo intercambio desigual, de la brecha científica y tecnológica y de la degradación del medio ambiente», señaló

 Si desea leer el discurso íntegramente, acceda al siguiente enlace: https://www.presidencia.gob.cu/es/presidencia/intervenciones/discurso-pronunciado-en-el-debate-general-del-78-periodo-ordinario-de-sesiones-de-la-asamblea-general-de-las-naciones-unidas/ 

«Pero también nos une, desde hace más de medio siglo, el desafío ineludible y la determinación de transformar el orden internacional actual que, además de excluyente e irracional, es insostenible para el planeta e inviable para el bienestar de todos.

«Los países representados en el G77 y China, donde vive el 80 % de la población mundial, no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación.  Urge un nuevo y más justo contrato global.

«A solo siete años del plazo fijado para el cumplimiento de la esperanzadora Agenda 2030, el panorama es desalentador.  Esta augusta institución lo ha reconocido ya: al ritmo actual, no se alcanzará ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y más de la mitad de las 169 metas acordadas serán incumplidas.

«En pleno siglo XXI, ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en un planeta que produce lo suficiente para alimentar a todos.  O que en la era del conocimiento y desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y las comunicaciones, más de 760 millones de personas, dos terceras partes de ellas mujeres, no sepan leer ni escribir.

«Los esfuerzos de los países en desarrollo no bastan para implementar la Agenda 2030.  Tienen que estar respaldados con acciones concretas de acceso a mercados, financiamientos en condiciones justas y preferenciales, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur.

«Necesitamos y demandamos instituciones financieras en las que nuestros países tengan real capacidad de decisión y acceso a la financiación. Urge una recapitalización de los Bancos Multilaterales de Desarrollo para mejorar radicalmente sus condiciones de préstamo y satisfacer las necesidades financieras del Sur. Es necesaria la racionalización, revisión y cambio del papel de las agencias de calificación crediticia. Resulta también imperativo establecer criterios que vayan más allá del producto interno bruto, para definir el acceso de los países en desarrollo a la financiación en condiciones favorables y a la cooperación técnica adecuada.

«Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0,7% de su producto nacional bruto a la Ayuda Oficial al Desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar hasta el 14% de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa».

El presidente expuso que «a todos los problemas y desafíos que caracterizan la realidad de nuestras naciones y movilizan a los pueblos, se añaden las medidas coercitivas unilaterales, eufemísticamente llamadas sanciones, que se han convertido en práctica de Estados poderosos que pretenden actuar como jueces universales para debilitar y destruir economías y aislar y someter a Estados soberanos.

«Cuba no es el primer Estado soberano contra el que se lanzan medidas de ese carácter, pero es el que por más tiempo las ha soportado, a despecho de la condena mundial que cada año se manifiesta de manera casi unánime en esta Asamblea, irrespetada y desoída en su voluntad expresa por el Gobierno de la mayor potencia económica, financiera y militar del mundo.

«No fuimos los primeros y no somos los últimos.  Las presiones para aislar y debilitar economías y Estados soberanos, hoy afectan también a Venezuela, a Nicaragua y, antes y después, han sido el preludio de invasiones y derrocamientos de gobiernos “incómodos” en el Oriente Medio. Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales impuestas a países como Zimbabue, Siria, la República Popular Democrática de Corea e Irán, entre otros muchos países cuyos pueblos sufren el negativo impacto de estas.

«Reiteramos la solidaridad con la causa del pueblo palestino. Apoyamos el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. ¡Luchemos por un mundo de paz sin guerras ni conflictos!

«La promoción y protección de los derechos humanos es un ideal común, que demanda un genuino espíritu de respeto y diálogo constructivo entre los Estados.   Lamentablemente, a 75 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la realidad es muy diferente.  Esta temática se ha convertido en un arma política de naciones poderosas que buscan someter a sus designios geopolíticos a naciones independientes, fundamentalmente del Sur.

«Defendemos el diálogo y la cooperación como vías efectivas para la promoción y protección de los derechos humanos, sin politización ni selectividad; sin la aplicación de dobles raseros, condicionamientos ni presiones.

En ese espíritu, Cuba ha presentado su candidatura al Consejo de Derechos Humanos para el período 2024-2026, en las elecciones que tendrán lugar el próximo 10 de octubre.  Agradecemos de antemano la confianza de los países que ya nos han otorgado su valioso apoyo.

«De ser electos, la voz de Cuba continuará alzándose con una visión universal, siempre desde el Sur, en favor de los intereses legítimos de los países en desarrollo, desde el compromiso constructivo y la indeclinable responsabilidad con la realización plena de todos los derechos humanos para todos».

En su intervención en la Cumbre de Ambición Climática, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Díaz-Canel Bermúdez, aseguró que el tema que nos convocaba era de supervivencia. «Debe ser, por tanto, un espacio para compromisos serios y ambiciosos y no para simples palabras que, si no actuamos con urgencia, se esfumarán sin ningún aporte concreto a la salvación del planeta».


Si desea leer el discurso de modo íntegro, acceda al siguiente enlace: https://cubaminrex.cu/es/intervencion-de-miguel-mario-diaz-canel-bermudez-primer-secretario-del-comite-central-del-partido-0 

«Para los países en desarrollo, el enfrentamiento al cambio climático constituye un colosal reto en el contexto de todo cuanto nos falta para alcanzar el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza», afirmó.

«Sobre nuestro país, indicó que contamos con un Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, «denominado Tarea Vida, que responde a metas nacionales y compromisos internacionales y contiene importantes acciones de adaptación y mitigación».

Asimismo, manifestó que el país está empeñado en elevar la eficiencia energética, desarrollar las fuentes renovables y promover un desarrollo económico menos intenso en carbono, como se prevé en nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030.

«En ese marco, nos hemos fijado la meta de incrementar hasta un 24 % la generación de electricidad sobre la base de fuentes renovables. Se estima que el aumento de la eficiencia y el ahorro energéticos eviten la emisión de 700 000 toneladas de CO2 a la atmósfera en el periodo 2014-2030, a lo que se adicionaría la reducción con un transporte terrestre menos intenso en carbono.

«También nos hemos propuesto aumentar la cobertura forestal hasta un 33 %, lo que evitaría la emisión de 169,9 millones de toneladas de CO2, además de la disminución de otros 8 millones por el tratamiento del 100 % de las aguas residuales del sector de la producción porcina.

«Las alarmas de la emergencia climática están activadas hace décadas. El tiempo se acaba, cada vez más velozmente, con cada día que transcurre sin una acción efectiva en el enfrentamiento al Cambio Climático.  Unámonos en la acción por un objetivo superior: preservar el planeta, es decir, la vida.  Si fracasamos, las futuras generaciones no tendrán siquiera la posibilidad de perdonarnos», concluyó.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, se reunió con miembros de la  comunidad de emigrados cubanos, en Nueva York.

En el encuentro, planteó que resultaba un placer reunirse, nuevamente, con un grupo de connacionales y «compartir ideas con los que aman y fundan, los que, como ustedes, preservan sus sentimientos de respeto, compromiso y amor hacia la patria y hacia la tierra que los vio nacer, y la desean libre, soberana, independiente y próspera, como también lo soñó Martí.

«Conocen ustedes muy bien que nuestro país transita por una situación económica muy tensa, motivada por un conjunto de factores».

 Entre ellos, están las secuelas a nivel nacional y a nivel global del impacto de la COVID-19, la crisis económica internacional y el efecto de la guerra en Europa, todo lo cual era impredecible y rebasa nuestra capacidad de influencia. Existen, además, problemas internos de nuestra economía, de la estructura socioeconómica del país y de trasformaciones necesarias que deben acometerse aun en el contexto de las actuales dificultades. Sobre esos problemas trabajamos sin descanso.

«Pero también conocen ustedes el impacto extraordinario y deliberado de la política estadounidense dirigida a estrangular nuestra economía. No hay otra manera de calificar esa conducta cruel. El poderío económico de los Estados Unidos y la posibilidad de amenazar, presionar y perjudicar a cualquier país, le otorga a ese gobierno una capacidad singular para ejercer el bloqueo económico, obstaculizar los intereses comerciales y financieros de Cuba en cualquier latitud y provoca grandes limitaciones al desempeño de nuestra economía.

«Ninguna nación ha debido enfrentar nunca un desafío tan desigual y prolongado para manejar e intentar desarrollar su economía, y para salvaguardar el bienestar de su población. Ninguna ha estado sometida a una política hostil tan amplia, multifacética y persistente como la que aplica el gobierno estadounidense contra los cubanos.

«Por eso tenemos el deber de denunciar este crimen cuando asistimos a las Naciones Unidas. Por eso contamos con el respaldo casi unánime de la comunidad internacional, y el apoyo y solidaridad de muchos pueblos del mundo, sobre todo de gente humilde, trabajadora y con un sentido de justicia.

Si desea leer el discurso íntegramente, acceda al siguiente enlace: https://cubaminrex.cu/es/intervencion-en-el-encuentro-con-la-comunidad-de-emigrados-cubanos 

Del mismo modo, explicó que «nos enorgullece enormemente y nos llena de emoción constatar que, frente al odio y las agresiones, amigos y compatriotas a lo largo y ancho de la geografía mundial colman avenidas y plazas los últimos domingos de cada mes, protagonizando jornadas de amor y solidaridad y demostrando al mundo que Cuba no está sola».

«Los días 18 y 19 del próximo mes de noviembre estaremos celebrando en La Habana la IV Conferencia “La Nación y la Emigración”, como parte del fortalecimiento continuo e irreversible de los vínculos entre Cuba y sus nacionales en el exterior; resultado del diálogo amplio y franco iniciado en noviembre de 1978, promovido e impulsado por el Líder Histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

«La Conferencia se propone continuar el camino emprendido con el Diálogo del 78 y las tres anteriores Conferencias “La Nación y la Emigración”, realizadas en abril de 1994, noviembre de 1995 y mayo de 2004», aclaró.

Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez estuvo presente en el Acto de Solidaridad con Cuba y Venezuela y en el encuentro comunicó que «somos herederos de un pasado común como colonias; sufrimos la explotación y el saqueo de nuestros recursos naturales y humanos con el cual se beneficiaron y enriquecieron las antiguas metrópolis europeas.  Y en épocas contemporáneas nuestros pueblos también han sido víctimas de expresiones de neocolonialismo».

Si desea leer el discurso de modo íntegro, acceda al siguiente enlace: https://cubaminrex.cu/es/discurso-pronunciado-por-el-presidente-miguel-mario-diaz-canel-bermudez-en-el-acto-de-solidaridad 

«Hoy existe un orden económico internacional que genera y perpetúa el subdesarrollo, que garantiza modos de vida lucrativos e insostenibles solo para unas minorías, a costa de condiciones de vida deprimidas para las mayorías tanto en naciones en desarrollo como en países desarrollados.

 «Faltan empleos dignos, sistemas de educación básicos de calidad, servicios de salud accesibles para todos y otras formas de justicia social a las que debían tener acceso todas las personas, a las que debían tener acceso todos los pueblos del mundo, y que hoy no las tienen grandes mayorías, incluso en los países ricos.

«Es por eso que reclamamos solidaridad y no egoísmo; cooperación y no rivalidades; trabajo digno y no explotación; armonía, respeto y tolerancia, y no racismo, ni discriminaciones de ningún tipo.

«Los pueblos tienen derecho a determinar su destino sin injerencias ni imposiciones extranjeras. Las naciones tienen derecho sobre sus fuentes de riqueza y sus recursos naturales, los cuales no pueden seguir siendo patrimonio intocable de las grandes empresas transnacionales.

«Nuestros pueblos tienen también el derecho a identificar y rechazar los patrones culturales enajenantes que nos tratan de imponer, esos que nos tratan de imponer los medios de comunicación, que constituyen nuevas formas de colonización. Tienen como objetivo desmovilizar, confundir, desorientar y deprimir la capacidad de movilización y respuesta de nuestros pueblos; promoviendo el egoísmo y el consumismo; generando apatía y resentimiento, y a la vez celebran patrones de éxito y bienestar que son insostenibles; desprecian la justicia social y el valor de las ideas; pretenden que ignoremos nuestra historia y tratan de dividirnos», agregó.

 

 

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