Fotos Natasha Salomé Tachín Sarría
Por Lianne Garbey BicetEl proceso de revitalización y fortalecimiento que centra el trabajo de las diferentes comisiones durante el Décimo Congreso de los CDR cuenta con el protagonismo indiscutible de la mujer cubana.
La política de cuadros, la atención a niñas , niños, adolescentes y jóvenes y las acciones de prevención social destacan entre los temas más debatidos por quienes asisten a la magna cita cederista.
En este sentido, son múltiples las experiencias compartidas donde destaca el papel de nuestras mujeres.
Julia Durrutí Molina, integrante del Secretariado Nacional de los CDR
“En nuestra organización tenemos un alto porcentaje de mujeres líderes, que dirigen las estructuras desde la base hasta las instancias superiores como cuadros profesionales, comentó en exclusiva para la revista Mujeres Julia Durrutí Molina, integrante del Secretariado Nacional de los CDR.
“Aquí, por ejemplo, se hablaba de los destacamentos Mirando al Mar y cómo desarrollan su labor en condiciones y horarios difíciles. En estas brigadas la presencia de la mujer es súper importante, tenemos el orgullo de contar con muchas jefas de destacamentos, mientras hay otros que, en su mayoría, están integrados por mujeres… y ahí están ellas, firmes, en su posición de combate”, destacó la dirigente cederista refiriéndose al análisis promovido en la Comisión No. 3, acerca de la vigilancia revolucionaria y el trabajo preventivo.
Luisa María Mengana Rosell, coordinadora de la zona 185, del municipio Songo la Maya, provincia Santiago de Cuba
En esa misma sala conocimos la historia de la brigada campesina integrada por 51 mujeres del montañoso Consejo Popular “Los Reynaldos”. Al decir de Luisa María Mengana Rosell, coordinadora de la zona 185, de la citada demarcación perteneciente al municipio Songo la Maya, en la provincia Santiago de Cuba, las integrantes de esta iniciativa trabajan de conjunto con las fuerzas del Ministerio del Interior y, además, realizan una amplia labor social con los más pequeños de casa.
“Nosotras allá en la comunidad realizamos charlas y talleres con los niños en las escuelas y en los barrios. Les hablamos, principalmente, de valores como el respeto y la disciplina que deben mantener en todo lo que hagan. Pero esto también lo hacemos con la familia, porque si no fomentamos estas cuestiones desde la casa, en el futuro no vamos a lograr que ese niño, adolescente o joven sea una persona de bien, con un comportamiento acorde con los momentos actuales, en que la Revolución necesita que cada uno dé lo mejor de sí”, afirmó entusiasmada.
Más allá, del debate en la Comisión No.2, que versó sobre el trabajo ideológico y la atención a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, en cada una de las sesiones del Congreso se hizo énfasis en la necesidad de proteger y cuidar a la juventud ante las fuertes agresiones externas que promueven la subversión y el desinterés por la obra revolucionaria.
Agradecida de poder representar a los cederistas cienfuegueros en este Décimo Congreso, Marialis Alfonso Posada compartió con este órgano de prensa algunas de la vivencias del proyecto sociocultural comunitario “Sueños Entrepisados” que promueve la incorporación de los más jóvenes a actividades recreativas, culturales y de protección del medio ambiente: “nosotros partimos de un enfoque intersectorial para involucrar a las nuevas generaciones en diferentes tareas, queremos que ellos sean los continuadores de nuestro trabajo, que se formen junto a nosotros para que en el futuro sean los dirigentes de nuestras organizaciones políticas y de masas”.
En su doble condición de dirigente cederista y de la Federación de Mujeres Cubanas en el municipio de Cruces, Marialis también destacó la colaboración que existe entre ambas organizaciones, como parte del trabajo comunitario integrado en la atención a familias con situaciones de vulnerabilidad, la prevención del embarazo en la adolescencia, las madres múltiples y el acceso a las vías de superación y al empleo.
“Aunque todavía nos falta mucho por hacer y no podemos decir que estamos satisfechos, yo creo que desde ambas organizaciones podemos lograr grandes cosas. Ahora más que nunca debemos hacer funcionar este trinomio que se llama escuela-familia-comunidad, para fortalecer el trabajo político ideológico con las nuevas generaciones y su formación como hombres y mujeres de bien, capaces de asumir cualquier tarea, expresó.
Historias y ejemplos como estos podemos encontrarlos en cada barrio o comunidad de nuestro país,.pues nuestras mujeres son protagonistas indiscutibles del accionar de los CDR. Ellas, a cada paso, continúan haciendo una Revolución dentro de la Revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario