Los comportamientos irrespetuosos pueden tener muchas aristas. Pueden ser resultado de alguna frustración, malas relaciones, como un medio de llamar la atención...
Por Marilys Suárez Moreno
“Me da la gana”, “No me importa”, “Usted no es mi mamá para llamarme la atención”… Y hasta otras contestaciones más fuertes salen de muchos labios infantiles, acostumbrados a hacer y decir lo que les venga en mano, en cuanto a falta de respeto se llama.
Remisos a acatar reglas u órdenes, algunas niñas y niños manifiestan una conducta desaprobatoria; reflejo, quizás, del medio familiar en que crecen. Conductas incubadas desde una edad en que comienza a formarse la imagen de quienes lo rodean.