Texto y fotos: Onelia Chaveco
Ser escritora en un municipio de montaña y mantener la producción de obras literarias durante varias décadas, es un reto afrontado por Magaly de las Mercedes Ojeda Pozo, quien se mueve entre la poesía y la narrativa. Y entre estas, la narrativa para niños.
Magaly nació y se crió en Cumanayagua, la única localidad montañosa de la provincia de Cienfuegos, que no solo resulta fértil en la producción de café, en sus reservas boscosas y en ser emporio para la cría de cateyes y cotorras. También es la tierra de las hermosas cataratas del Nicho, de leyendas y controversias campesinas.
Ese ambiente rural, de güijes y ríos, persigue a la protagonista por entre las páginas de sus propios libros, como cuando me lee un pasaje que dice: “Los duendes del rincón oscuro de mi abuela salieron de la casa con tejas encendidas y nos rodearon con una nube de humo. Al poco rato ya estábamos todos con las lágrimas afuera y tosiendo. Pero sin avispa”.