Foto: Tomada de Cubadebate
Por Beatriz Ramírez López
« (…) Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno».*
« (…) Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno».*
La lírica de Carilda se ha convertido en símbolo de Matanzas, de Cuba… Una artista que transgredió los mandatos de la sexualidad femenina y habló de lo prohibido, lo erótico, el amor.