Por Bolivia Tamara Cruz
Fotos cortesía de la entrevistada
El 22 de octubre de 2025 el huracán Melisa se aproximaba al oriente de Cuba. Días antes, una mujer cubana alertaba insistentemente en los medios de comunicación y las redes sociales sobre el inminente peligro que acechaba a su territorio. Era Yudelkis Ortiz Barceló, presidenta del Consejo de Defensa en la provincia de Granma, quien, mientras recuperaba su salud tras una virosis febril, compartió con Mujeres sus vivencias, convicciones y aprendizajes.
—Presidenta, ¿fue Melisa un reto personal?
Yudelkis Ortiz Barceló: A lo largo de mi vida como cuadro he tenido que enfrentar muchos desafíos, pero sin lugar a dudas este ha sido uno de los más relevantes. Viví el paso del huracán Sandy por Santiago, pero entonces era una joven dirigente universitaria. Ahora, en Granma, la magnitud de las tareas fue incomparable: antes, durante y después del fenómeno, las inundaciones impusieron una dinámica compleja que exigió entrega total.
—Ser mujer implica, en una sociedad machista, doblarse en muchas funciones, ¿en su caso es igual?
Yudelkis Ortiz Barceló: Ser mujer en Cuba implica muchos desafíos, aun cuando nuestra Revolución ha aprobado políticas para enaltecer nuestro papel. Más del 50% del parlamento está compuesto por mujeres y ocupamos puestos claves, pero todavía existen patrones patriarcales que limitan. Por eso debemos seguir trabajando con fuerza: desde el Programa de Adelanto de la Mujer, la FMC, la fiscalía y las organizaciones de masas. Aquí no se asciende por belleza ni por patrones superficiales, sino por cualidades morales, éticas y conocimientos. La mujer cubana ha demostrado una capacidad ilimitada, y todavía está por descubrir dónde puede estar nuestro límite. A veces me pregunto de dónde sacamos tanta fuerza, tanto coraje, tanto espíritu para abarcar la complejidad del momento, el trabajo que desempeñamos y el rol como madres, hijas, hermanas, compañeras, esposas. Esa grandeza no tiene límites.
—El día que le dieron la noticia de que asumiría la provincia de Granma como secretaria del Comité Provincial del Partido, ¿qué fue lo primero que vino a su mente?
Yudelkis Ortiz Barceló: Aunque soy santiaguera, Granma se convirtió en mi tierra. Desde el primer día encontré nobleza, humildad y cariño en su gente. He enfrentado aquí sismos, huracanes, crisis económicas y energéticas, pero también he vivido momentos especiales junto al pueblo: recorrer comunidades, restaurar sitios históricos, conmemorar el 130 aniversario de la caída de Martí en Dos Ríos. Cada desafío ha sido una oportunidad para crecer como mujer, como ser humano y como dirigente. Siempre tuve el temor de no ser aceptada por no ser de aquí, pero eso se disipó cuando comprendí que la transparencia y el amor son más fuertes que cualquier prejuicio.
—En tiempos difíciles, cuando el pueblo ha tocado a su puerta para recibir información, ¿ha sentido miedo en algún momento?
Yudelkis Ortiz Barceló: Para ser cuadro de la Revolución no se puede tener miedo: ni a tomar decisiones, ni a darle la cara al pueblo. Fidel nos enseñó a decir las cosas con claridad y franqueza. El único temor que tuve fue no ser aceptada por este pueblo por no ser de aquí. Pero eso se disipó cuando comprendí que la transparencia y el amor son más fuertes que cualquier prejuicio. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es la base de mi práctica. No se puede pedir lo que uno no sea capaz de hacer, ni decir lo que no se esté dispuesto a cumplir. Esa justa correspondencia guía mi actitud.
—En 2026 será el centenario de Fidel. ¿Qué significa su legado para usted?
Yudelkis Ortiz Barceló: Aquí en Granma he aprendido a amarlo más. Estudié cómo enfrentó el ciclón Flora, cuando se perdieron 2.000 vidas. Hoy, gracias a obras como la presa Cauto el Paso, no se perdió ninguna. Recorro la Comandancia de la Plata, Alegría de Pío, Cinco Palmas, Dos Ríos, Manzanillo, Guisa… Cada sitio histórico me recuerda que el legado de Fidel y de nuestros héroes es no rendirse jamás. Esa convicción es la mayor fuerza para seguir adelante. Fidel nos enseñó que la unidad es el arma estratégica, y esa sigue siendo nuestra guía.
—¿Qué prioridades se propone impulsar en el próximo año?
Yudelkis Ortiz Barceló: Seguir trabajando por la recuperación de la provincia, impulsar las prioridades definidas por nuestro Partido y fortalecer la unidad como arma estratégica. La mujer cubana tiene mucho que aportar en cada espacio, y mi compromiso es seguir entregándome por entero a esta tierra y a su pueblo.




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