Aniversario 120 del natalicio de ese eminente intelectual cubano que fue Alejo Carpentier.
Foto: Tomada de Cubavisión Internacional
Por Marilys Suarez Moreno
Para Alejo Carpentier Velmont, habanero de raigambre, el reflejo de su ciudad estaba en sus crónicas, artículos, ensayos y novelas. De padre francés y madre rusa, ambos de amplio saber y sensibilidad, tuvieron el mérito de comprender que el pequeño Alejo tuvo desde su temprana infancia un marcado interés por lo cubano y supieron alentar esa inclinación.
Periodista, musicólogo y promotor del arte, su multiculturalidad, según Marta Rojas, lo convirtió, al paso de los años en símbolo de nuestras letras, con una obra abierta en este siglo y los venideros.
Ya en su juventud, en aquellos años 20, tumultuosos y críticos, se integró al movimiento renovador de las artes y vivió la influencia de esa corriente innovadora, identificándose con lo más progresista y revolucionario de su época.
Autor de varios estudios sobre música aparecidos en las revistas Carteles y Social, de Ese músico que llevo dentro, y de ensayos sobre el tema, Carpentier no alcanzó fama como músico, sino como novelista, a pesar de su mucha erudición sobre el tema.
A120 años de su nacimiento este 26 de diciembre, su legado goza de universalidad desde la publicación en 1933 de su primera novela, Ecué-Yamba-O, donde puso los más sólidos cimientos de la renovación literaria.
Estudiosos de la narrativa del escritor cubano le otorgaron a esta primera novela suya un carácter documental, pues el autor revelaba en ella los misterios y creencias religiosas afrocubanas. Carpentier, quien residió en Francia varios años, formó parte del movimiento surrealista, de gran influencia en sus obras, aunque sus textos más famosos fueron escritos en español.
Considerado uno de los grandes escritores del siglo XX, el autor expresó, en el plano literario y en el pensamiento estético -cultural los valores más altos de la cultura humanista.
Viajero impenitente, Carpentier realizó interrumpidos viajes a Cuba, España, Francia, entre otros países, signando los pasos en vida del escritor cubano, si bien cabe destacar que fue en Venezuela, donde escribió sus más importantes obras.
Primer escritor latinoamericano en ser reconocido con el Premio Cervantes, su pieza cumbre fue El reino de este mundo, con el que revolucionó la literatura hispanoamericana.
En dicha obra Carpentier descubrió el mundo maravilloso y real de América a partir de la gestación, realización y decadencia del proceso independentista haitiano.
Sustentó su teoría de lo real-maravilloso americano, especialmente visible en episodios históricos como la propia revolución de Haití.
Autor también de Los pasos perdidos, El siglo de las luces, El acoso, Concierto barroco y con 80 años, El arpa y las sombras, entre otros libros renombrados, Carpentier, fue un escritor comprometido y orgulloso de haber vivido la Revolución cubana.
Su decisión de regresar a la patria, trabajar en ella y representarla como diplomático en diversos países, argumentó al respecto Armando Hart, otra figura destacada de la cultura nacional, estuvo en plena correspondencia con su trayectoria como intelectual comprometido.
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