viernes, 23 de febrero de 2024

Magola, una ventana al mundo de Nani Mosquera

Viñetas de Magola. Cortesía de la entrevistada.


Por Beatriz Ramírez López y Gabriela Milena Padrón Morejón


Dice Adriana (Nani) Mosquera, caricaturista colombo-española, que si visitamos Colombia podemos encontrar en cualquier esquina a una señora Magola, ya sea vendiendo arepas, empanadas o cuidando a los niños. También las podemos ver de domésticas en una casa o atendiendo la producción en serie de cualquier fábrica.

Y es que, en el país andino, a las Marías, Magnolias o Magdas les dicen Magola, como en Cuba a las María de la Caridad les decimos Cachitas o a las Dolores, Lola.

Nani también nos cuenta que decidió llamar Magola a la protagonista de su tira cómica, en homenaje a todas esas mujeres humildes y de pueblo que desdoblan esfuerzos para llevar de comer a su familia.


Fotos: Gabriela Milena Padrón Morejón

«Quería crear un personaje con un nombre típico colombiano, para que la gente se identificara con ella. Además, tenía como referente el trabajo de Kino con Mafalda y decidí escoger el nombre porque empieza con las mismas letras, Ma-falda, Ma-gola».

Nani comenzó a crear tiras cómicas en el diario colombiano El Espectador, lugar donde aún publica diariamente, dándole la vuelta a los chistes machistas que soportaba en su vida diaria. «Al realizar este tipo de trabajos, fue todo un boom en el periódico, pero a muchos hombres no les hacía gracia que utilizara sus propias “bromas” en su contra. Sin embargo, a otra parte del público le gustó y lo que inició siendo una tira de frecuencia semanal, se convirtió en una diaria».

Magola es una mujer común, lejos de los estereotipos. En voz de su creadora, es un personaje que tiene gracia, no se depila las piernas, no tiene pecho prácticamente, lleva nariz grande, usa gafas y tiene el pelo oscuro en honor a su madre.

La caricatura: arte para conectar y sanar

«Cuando me preguntan por qué no hay caricaturistas mujeres, nunca puedo contestar. Lo que siempre explico es por qué yo soy caricaturista. Es un oficio hermoso, tiene mucho para dar y explicar. Lo veo como una ventana que se te abre al mundo.

«Me he encontrado con la resistencia de algunos periódicos para publicar las viñetas, pero no creo que sea solo por el hecho de ser mujer, tengo colegas hombres que pasan por lo mismo. Mi consejo es que continúen insistiendo, no se cansen de tocar puertas, alguna se les abrirá».

Los estereotipos son un punto casi invariable en las caricaturas y el humor gráfico, utilizado muchas veces como un elemento perpetuador de discriminaciones de todo tipo, violencia y menosprecio.

Para Nani, combatir la reproducción de los estereotipos sexistas se ha convertido en una tarea del día a día. «Tengo muchísimo cuidado al introducir estos temas en mis viñetas, porque lo normal es encontrar al hombre leyendo el periódico y la mujer haciendo los trabajos domésticos».

Esa es una forma de normalizar a la mujer amarrada a la casa, de mal genio, esperando a que llegue el marido. Y esas ya no somos nosotras, explica la caricaturista.

«Hoy día, salimos, si queremos tomarnos una copa lo hacemos, hoy queremos estar sexys, mañana en ropa deportiva y nadie tiene el derecho de opinar sobre ello. También intercambio los roles, pues me he propuesto que ese sea mi medio para eliminar los estereotipos.

«Creo que los estereotipos son una herramienta que no podemos ignorar, precisamente porque son elementos que el público entiende. Saber cómo utilizarlos es lo realmente importante».


Magola: un personaje para cuestionar el mundo

A través de Magola, Adriana Mosquera ha indagado en las más diversas temáticas, denunciado el machismo desde el humor y cuestionado el poder, el patriarcado y el mundo en general.

Muy lejos de crear “una mujer perfecta”, Magola es real, se equivoca y comete errores. Aprende mucho de su marido Alberto, inspirado en Omar Figueroa Turcios, esposo de Adriana y también humorista gráfico. «A veces Magola gana y otras Alberto, van aprendiendo uno del otro, creciendo juntos, y así nos ha pasado a nosotros como pareja en la vida real», explica la creadora.

«Comencé a introducir en mis viñetas temas de actualidad, economía, ecología, política. Al diversificar las temáticas de la tira, comencé a publicar todos los días, pero sin perder nunca la perspectiva de género feminista».

Magola no solo se convirtió en un éxito en su natal Colombia, sino que llegó a otros continentes donde también ha sido acogida y querida. «Los problemas de pareja y las dificultades a las que se enfrentan las mujeres en el primer mundo son muy similares a las del tercero. Esta reacción responde a la estructura patriarcal que rige a las sociedades en todo el orbe».

Según la caricaturista, una característica muy importante de sus tiras cómicas es que los personajes envejecen. «Para la sociedad tenemos que ser guapas, jóvenes y bellas toda la vida. Magola se transforma con el paso del tiempo. Las mujeres tenemos derecho a cambiar, engordar, envejecer, a ser abuelas, a la menopausia».

Magola ha sido una ventana al mundo, a la esperanza… Educar sobre feminismo, cuestionarse la realidad social, llevar en el corazón al medio ambiente y la naturaleza y gritar ante las injusticias del mundonha caracterizado a este personaje, moldeado por Adriana Mosquera. «Descubrí que había mucho que decir y tanto por hacer».

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