Fotos: Yaciel Peña de la Peña
Por Liodany Arias Tamayo Servicio Especial de la ACN
Existe una voz intranquila, inteligente y osada, una voz que en letras expresa los más sublimes y nobles sentimientos que le impregnan la ciudad y el país a los cuales se debe. A ella la mueven pasiones demasiado hermosas, no pretende alcanzar grandes méritos más allá del reconocimiento y el bienestar de sus coterráneos.
Leidys María Labrador Herrera o sencillamente Leidys, como prefiere que la llamen, lleva en sí la esencia de un periodismo inquieto, con el oído pegado a su tierra y a la gente que protagonizan sus escritos. Corresponsal hace ocho años del periódico Granma desde Las Tunas, trabaja por reflejar en líneas los acontecimientos que marcan el devenir de la urbe oriental.
Nacida en el municipio de Jobabo, al sur de la provincia, tuvo una infancia feliz, reconoce en conversación exclusiva; sus padres la condujeron a lograr lo que el corazón y los pensamientos le pedían. Siempre ligada al mundo del arte, desde muy pequeña se decantó por la literatura, la música y la declamación, no así por la danza, en la que asegura, entre risas, no era muy buena.
No obstante, existieron dudas entre la medicina y el periodismo, incluso entre la filología, pero al final cuando llegó la hora de elegir en duodécimo grado, prefirió esa que, según el Premio Nobel en Literatura 1982, Gabriel García Márquez, es el mejor oficio del mundo. Fue así como comenzó una carrera que marcó para siempre a la joven tunera.
“Mis primeros pasos fueron en la emisora local Radio Cabaniguán, donde aprendí muchísimo y en la que logré sentirme en una nueva escuela, sobre todo porque me apoderé del diarismo y el olfato periodístico que tanto necesitamos para esa búsqueda y esa mirada diferente a los hechos. Hacer periodismo en un municipio puede ser una limitante si no se conoce lo que es la profesión en sí; obrar desde allá constituye un privilegio”, asevera con ferviente agradecimiento.
En el 2015, la vida de Leidys dio un giro trascendental al convertirse en el rostro del periódico Granma desde el Balcón del Oriente Cubano, sin embargo, esa buena noticia fue todo un reto pues ocupó el lugar de quien durante más de 25 años hizo brillar las históricas páginas del órgano oficial en estos predios: su colega Pastor Batista Valdés.
“Lo más difícil de todos estos años ha sido romper ciertas barreras o esquemas presentes dentro de nuestras cabezas” -refiere la corresponsal-; “las personas piensan que “alguien” nos dice lo que tenemos que escribir o nos revisan cada detalle antes de ser publicado; son mitos que nos hemos creado nosotros mismos, quizás por una cierta regulación que hemos arrastrado en la prensa cubana, pero que creo, en los tiempos actuales ha cambiado mucho.
“Te puedo decir que desde Granma he hecho todo lo que he querido hacer, me he sentido con libertad para escribir el periodismo de opinión que me fascina, por medio de crónicas, artículos, pero sobre todo me siento plena cuando hago comentarios; he hecho periodismo crítico, reportajes de investigación, historias de vida y hasta ahora no ha habido ninguna limitante.
“Lo que sí hay que tener claro es que los medios tienen una historia, un lugar y un espacio, y en el caso de Granma es el órgano representativo del Partido Comunista de Cuba (PCC), de esa ideología, que lleva esa misión como vanguardia y una tiene el compromiso, como periodista, de respetarlo, lo cual no quiere decir que seamos complacientes.”
La reportera tiene como paradigmas del gremio a figuras locales como Juan Morales Agüero y Roger Aguilera, asevera que su mayor inspiración siempre está en lo casuístico que surge en una parada de ómnibus, en una cola o sencillamente en una persona que se acerca para contarle su visión de algún suceso determinado.
“Lo más complejo está en saber demostrar y reflejar lo que vale en tu territorio, buscar, oler, acercarte a las fuentes, caminar; cuando tú estás en el periodismo, si te gusta en verdad lo que haces, aprendes a andar con el oído en la calle, con una mirada crítica y sensible de la realidad. Lo que siempre tengo como premisa es confiar, pero triangular, no me gusta quedarme con una única versión, aun cuando a simple vista pueda parecer sumamente claro.
“La dificultad en el periodismo de Cuba hoy pasa porque en ocasiones no sabemos explotar el talento y las riquezas que tenemos en las redacciones. Tenemos muchas carencias materiales, eso es una realidad, pero creo que el periodismo depende más del profesional que de cualquier elemento logístico, aunque lo otro también nos urja.
“Debemos aprender, un poco, a quitarnos esa autocensura que a veces nos molesta tanto y ese temor quizás de no sé si pueda escribir de esto o de aquello, no pidamos tanto permiso de lo que podamos escribir o no, ¡escribamos!, porque todo buen trabajo, todo buen texto tiene un espacio en cualquiera de nuestros medios.”
A la ardua y a veces espinosa tarea del periodismo, a Leidys se le han sumado otros horizontes los cuales demandan de su más profunda sutileza y dedicación, despunta en la peliaguda misión de la política de la Cuba contemporánea.
“En Las Tunas me eligen como delegada a la Asamblea Provincial del Poder Popular, ya venía de la municipal de Jobabo por un mandato y cuando se disuelve la asamblea provincial como órgano, me proponen como miembro al comité provincial del PCC y después llega la candidatura a diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular ( ANPP). Yo realmente no pensé que fuera electa porque había otras personas muy capacitadas y valiosas, pero llegó y para mí es hoy una de mis faenas más hermosas e importantes.
“La tarea de Diputada la asumo con la misma sensibilidad y naturalidad que le pongo al periodismo, escuchando a todo el mundo, dedicándole tiempo a quien sea que me pare en la calle o me escriba. Como diputada te puedo decir que todavía nos falta muchísimo en la sensibilidad que debe tener una persona vinculada a la política. Los problemas de las personas deben escucharse, tiene que haber muchísimo respeto al ser humano, escuchar, respetar la humildad, la sencillez.”
Con lágrimas en el rostro recuerda como hecho más delicado en su profesión, la cobertura al paso de la caravana con los restos del Comandante en Jefe Fidel Castro por la ciudad de Las Tunas en el 2016. “Haber estado en el ejercicio periodístico fue la condición más impactante, porque tuve que despojarme de aquella niña que lloraba la muerte de un paradigma y de un héroe y decirme tienes que hacerlo”, perpetúa con la mirada perdida en los recuerdos.
“Empecé a llorar cuando venía la caravana hasta que dije si sigo así no voy a poder hacer la foto que quiero; logré calmarme, respiré, traté de abstraerme un poco, de volverme más profesional. Hice mi foto, la envié, crucé los dedos pues sabía que iban a haber cientos de instantáneas y al otro día cuando salió el periódico Granma con mi foto fue una hermosa sorpresa, porque logré inmortalizar aquel instante tan sublime y triste desde el texto y la imagen; te puedo asegurar que a pesar de ser lo más triste de mi carrera, también lo guardo como uno de los momentos más importantes en estos años.”
Recientemente una nueva petición consternó la rutina de Leidys, al ser propuesta para miembro del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas y delegada a su XI Congreso, condición que, según sus palabras, agradece muchísimo pues se considera a sí misma una mujer revolucionaria y patriota.
Aunque su horario preferido para la redacción es la madrugada, es periodista en letras mayúsculas a tiempo completo. Las oportunidades para irse a la capital del país no han faltado, pero ella se siente segura en la tierra de cactus y espinos, con su familia, su gente y las historias que la abrazan día tras día.
“Aquí sonrío haciendo lo que me gusta, llevando todas las demás responsabilidades, criando a mi hija que despertó una parte sensible de mí que no conocía; los planes y aspiraciones que tengo están aquí, en seguir sintiéndome realizada y orgullosa de lo que hago todos los días, y lo único que pido es que no se me agoten las ideas ni los pensamientos o iniciativas para escribir.
“Poder tener a mi familia cerca, cumplir con la responsabilidad que tengo ahora como diputada es mi misión; quiero hacerlo bien, me lo digo todos los días, me lo tomo muy en serio, quienes me conocen saben cómo me mortifico, cómo me duele cuando llego a un lugar y veo que hay alguien que no ha sido escuchado o que no le han prestado atención. Yo con esos detalles, con hacerlo bien y aportar a la sociedad, ya soy feliz.”
Excelente entrevista a esta joven sencilla, muy humana y Excelente profesional.
ResponderEliminarCuanta energía positiva, una profesional digna de admirar
ResponderEliminarMuchas gracias por publicar esta entrevista, Leidys es un ser excepcional y una periodista talentosa y humilde. Para mí fue un placer realizar este material....
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