viernes, 3 de noviembre de 2023

Madre e hija periodistas, una conversación en tiempo de congreso

 


Foto: Lirians Gordillo

Por Aime Sosa Pompa

Periodismo: profesión, oficio.... Es un afán que trasciende los límites personales, sin horario ni compresas de alivio muchas veces. Cuando en la casa son dos las mujeres periodistas, entonces sí que abundan tantos recuentos y memorias; y puede ser casualidad o también orgullo, con mucho decoro.

Este es el “cuadro”: baracoesas, madre e hija, en La Habana, por un Congreso donde están más unidas y entrañablemente vestidas con la confianza de un oficio, que es hoy puro sacrificio y tesón.

Ellas: Arelis Alba Cobas y Claudia Rafaela Ortiz Alba.

ASP: Soy de las que considera que el terruño, ese lugar donde se nace y se permanece por un largo tiempo, sí impregna nuestras vidas y nos da sentidos incomparables. Tienes la suerte de nacer y estar aún en la Primada de Cuba. Incluso en aquella cuenta de (el reducido a una X) Twitter, @labaracoesa, que veo ahora suspendida, te presentabas: “Soy periodista y baracoesa. A mucha honra como dice mi abuela!”. Muchas podrían ser mis preguntas, ahora solo se me ocurre esta: ¿por qué todas esas circunstancias están llenas de un algo real y maravilloso?

Arelis: Porque es real y porque es maravilloso todo lo que tiene que ver con Baracoa y también todo lo que tiene que ver con el periodismo. Baracoa, por ese embrujo que ejerce sobre todas las personas, las que vivimos ahí y los que la visitan. Es un lugar mágico y no solo por su naturaleza prodigiosa, que ha hecho a tantos compararla con el paraíso; su encanto va mucho más allá: está en su historia, en su cultura, en su gente, en el aire que allí se respira y que desde que tú atraviesas La Farola te hace sentir que estás en un lugar único. Y el periodismo es una pasión, un descubrimiento diario, un sobresalto perenne. En mi caso, se trata de una rara simbiosis, también real y mágica: Baracoa es armonía de los sentidos, el periodismo es vorágine; en su punto de convergencia, logran el equilibrio.

ASP: Claudia, ¿algún día te dijo tu mamá que no fueras periodista? Es frase algo común entre ciertos colegas, aun cuando aman el oficio y se empeñan en ser cada día mejores. Y claro, quiero conocer ¿cómo fue que “alimentaste” esa decisión? ¿Fue muy difícil en algún sentido? ¿En la familia percibías esos instantes/vivencias llenas de un sacrificio más que palpable?

Claudia: Mi mamá nunca me dijo que no fuera periodista, jamás, nunca. Yo en algún momento pensé no serlo, porque también somos muy parecidas en personalidad, mi vida pintaba como para parecerse mucho a la de ella. Yo decía: “bueno, si yo escojo la misma carrera de mi mamá, vivo en el mismo lugar de mi mamá y voy a trabajar en el único lugar donde se puede trabajar aquí, mi vida será exactamente igual a la de mi mamá”. Y no es que me molestara, sino que era una vida que ya yo conocía y que ya había vivido; y yo quería algo desconocido. Por eso es que, estando en tercer año en la universidad, yo tomo la decisión de emigrar a La Habana. Mi mamá nunca, jamás, me dijo que no estudiara periodismo. Y no era porque ella no supiera, quizás todas las tristezas que junto con el amor a la profesión vienen, o sea, toda la rabia, todo el dolor, ella lo sabía. Pero mi mamá jamás en la vida me ha dicho: “nunca esto no lo hagas”. Ella, cuando cree que las cosas tienen matices, me los plantea, pero no influye sobre mí negativamente en torno a lo que sabe que yo quiero hacer o me puede hacer feliz. Y cuando cree que me voy a equivocar, me deja equivocarme y siempre está ahí para sostenerme después. Pero es curioso. Porque además a ella la profesión le ha costado muchos sinsabores. Después de muchos años, se siente. Es como todos ahora mismo en un país, uno se siente quizás un poco estafado, se siente triste o que invirtió los mejores años de su vida y toda su juventud en hacer algo que le fascinó y le hizo feliz, pero que ahora mismo no le puede garantizar una vejez con dignidad. A pesar de que yo estoy segura dw que ella sabía todo eso desde muy temprano; ella, ahora que lo pienso se lo admiro mucho, nunca, jamás me dijo: “no estudies periodismo”.


ASP: Comenzaste tu vida laboral en 1994 Arelis, en una de las emisoras más reveladoras del oficio y en Cuba, la CMDX “La Voz del Toa”. Estás todavía allí y tu quehacer demuestra ese crecimiento y atemperamiento obligado en la profesión. Admiré mucho la cobertura excepcional que hicieron cuando el Matthew en 2016; y supe ahora que tu hija Claudia estuvo junto a los demás colegas. ¿Por qué crees que ella se hizo periodista? ¿Te ves reflejada en ella? Por cierto, ella en La Habana y tú en Baracoa, es tan larga la distancia como el mismo Caimán... ¿cómo la ves/lees/escuchas desde ese viaje profesional que ella está realizando?

Arelis: Cuando ya tuvo que tomar una decisión me dijo: “si tú llevas más de 20 años haciendo periodismo en estas condiciones, a pesar de tener otras opciones laborales mejor remuneradas, y todavía estás enamorada de lo que haces, es porque vale la pena!” Para ayudarla a tomar su decisión, le dije que solo debía responder sinceramente a una pregunta: ¿qué harías por el resto de tu vida, aunque no te pagaran por ello? Así que sí, me siento reflejada en ella (aunque reconozco que es una versión mejorada de mí, como persona y como periodista), y tanto ella como yo nos hicimos periodistas porque tenemos la misma respuesta para esa pregunta.

ASP: Por primera vez en un Congreso..., en un momento tan esencial para el futuro de la humanidad, post pandemia incluida y una situación concreta en Cuba que debes haber vivido desde cientos de miradas/escuchas y pieles “erizadas”. ¿Qué piensas de esta oportunidad, Claudia? ¿Qué esperas del Congreso?

Claudia: Este es mi primer congreso. Es normal que yo espere muchas cosas, quizás que tenga (sobre)expectativas. Pero bueno, también voy a intentar bajarle los humos para no colocar determinada ansiedad en algo que será lo que será y ya. Pero bueno, si algo espero, al menos, tiene que ver con el planteamiento, desde el punto de vista crítico, de todo lo que nos sucede. Al menos el nombramiento, o sea, al menos que nos reconozcamos los unos a los otros, periodistas de todo el país en contextos muy diferentes. Y que hablemos sobre todo eso de qué nos está doliendo, sobre todo eso que queremos hacer y no podemos, lo que queremos cambiar. Tambien algo que sí es ya es un poquito más quimérico, que logremos a lo mejor trascender hacia un punto de mayor unidad, en el cual funcionemos nacionalmente como gremio, para ejercer presión sobre determinadas demandas. Creo que son las cosas que espero del Congreso.

ASP: Claudia y su primera vez en este XI Congreso de la UPEC. No debe ser tan frecuente en estos predios que madre e hija coincidan, ojalá pueda “armarse” una noticia. En tu opinión: ¿qué piensas de eso? Además, como le pregunté a ella: ¿qué esperas del Congreso?

Arelis: Este es el primer Congreso para ambas. Yo no soy periodista "de congresos"; soy más bien periodista "de calle" y si es "de monte", muchísimo mejor. Si te soy sincera, coincidir con ella ha sido una de las mayores motivaciones para estar aquí. Siento como si, de cierta manera, estuviera completando un círculo, como si este momento y este espacio fuera lo que necesito, en lo personal, para renovarme con esa energía que ella puede transmitirme, así como el congreso debería resultar también ese punto de giro que el periodismo cubano necesita. De este congreso sé exactamente qué no espero: un milagro. No es un congreso lo que va a resolver los problemas de la prensa cubana y mucho menos los del país. Pero es bueno encontrarse con colegas de diversos medios, intercambiar saludos y debates, soñar un mejor futuro para el sector y para la profesión, creer que es posible alcanzarlo.

ASP: Las buenas circunstancias te unieron a tu mamá en este Congreso, Claudia. No se van a sentar juntas (sería genial). ¿Crees que es solo una coincidencia de la vida? ¿Lo pensaste alguna vez?

Claudia: Lo de mi mamá fue una sorpresa linda de ambas partes y en cuanto nos enteramos y nos lo contamos, pues igual creo que las dos sentimos lo mismo: “!hay que rico!, nos vamos a ver, otro pretexto para vernos”. Después, cuando me quedé pensando, bueno, pues también es probablemente la primera vez que coincida con ella en calidad de colega. Saber que había resultado delegada por su centro de trabajo y yo también por el mío fue una sorpresa muy grata. O sea, el gremio periodístico vive un momento bastante delicado, bastante sensible, y yo sé que este será un Congreso como de muchos encuentros, en ese sentido. Quizás tampoco sea, probablemente, el Congreso más feliz de todos. Pero saber que iba a compartir con mi mamá por primera vez, o sea que este iba a ser nuestro primer Congreso como colegas, me puse súper, súper feliz. Y que además fuésemos por dos provincias diferentes, por dos medios completamente diferentes, yo soy de la prensa escrita y ella es de la radio. Eso entonces me generó una felicidad dentro muy, muy rarita de explicar. Hemos trabajado juntas, pero en contadas ocasiones, fundamentalmente cuando yo era estudiante, ella me asesoraba algunas cosas, pero nunca hemos coincidido profesionalmente en ningún espacio, esta es la primera vez.

ASP: Cuando Gabriel García Márquez afirmó que el periodismo es el mejor oficio del mundo, allá en 1996, también dijo que era una “servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida”. ¿Algo más que agregar desde Cuba, La Habana y Baracoa en este 2023?

Arelis: Siempre habrá algo más que agregar, sobre todo en medio del telúrico momento por el que transita Baracoa, Cuba, el mundo... Pero mejor le dejamos eso a la vida, que bien sabrá abrazarnos, darnos palmaditas en el hombro o una cachetada, según la enfrentemos. Ya nos lo dirá cuando pase este duro 2023 y demos de narices contra otro año que tampoco pinta buena cara. Me preparo para eso.

ASP: Sabes que emigrar, de trabajo y de país, ya es más que una cifra común y diaria... por eso es intencionada esta pregunta, y ya sabes..., sigo pensando que te mereces lo mejor, porque lo que haces a mi entender es muy interesante y lo llenaría de elogios... En fin, en el futuro.... ¿te sigues viendo periodista?

Claudia: Sí, en el futuro sí me veo siendo periodista. A lo mejor ya no desde la ingenuidad o a lo mejor no con toda la fuerza o el ímpetu que tengo ahora para tragarme el tren de trabajo que me trago, a costa muchas veces de mi salud. A lo mejor quizás desde una visión no sé si más reposada, quién sabe, no se sabe lo que pasará mañana, como dice el disco de Bad Bunny. Pero sí, porque lo que me imagino es haciendo lo que yo quiera hacer, en el momento en el que lo quiera hacer y supongo que sea hacer periodismo, porque me gusta. Es intrínseco en mi formación de vida, de visión de vida, porque me viene de mi madre, probablemente mi mayor referente. Pero tengo mi plan B, mi plan C, en fin, tengo plan hasta la Z, me encantaría ser agricultora, me gustaría valorar otras propuestas. Me encantaría ser también profe, incluso docente, trabajo con niños. Lo bueno del trabajo que estoy haciendo ahora es que he descubierto lo mucho que me gusta trabajar con niños y adolescentes. Tengo planes cantidad. Si no puedo ser periodista, haré cualquier otra cosa que me haga feliz. Pero me imagino siendo periodista, por como yo aprendí a ver la vida de mi mamá.

1 comentario:

  1. Mara Delabat Dominguez4 de noviembre de 2023, 21:56

    Incuestionablemente auténticas. Felicitaciones !!!

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