Foto: Tomada de Prensa Latina
Por Lianne Garbey Bicet
En un emocionante giro de eventos, la guantanamera Legnis Calá ha entrado en los libros de historia obteniendo la primera victoria para una boxeadora cubana en los Juegos Panamericanos. Este hito, logrado en la división de 57 kilogramos en Santiago de Chile, no es solo una victoria personal para Calá, sino un triunfo simbólico para las aspiraciones de las mujeres en el deporte cubano.
Este 23 de octubre, en una competencia que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos, Calá demostró una maestría en el ring que dejó poco espacio para el debate, a pesar de una decisión final de 4-1. Su oponente, la mexicana Jennifer Carrillo, fue una competidora formidable, pero Calá dominó con un golpeo de larga distancia preciso y una preparación física que hablaba de innumerables horas de dedicación y entrenamiento.
Esta victoria es un paso más en el impresionante camino de Calá, quien ya había capturado la atención del mundo del boxeo como subcampeona en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.
Este éxito no sólo ha cimentado su posición como una de las principales boxeadoras de la región, sino que también ha elevado el perfil del boxeo femenino cubano en general.
Mientras celebramos el logro de esta guantanamera, nos mantenemos a la expectativa del resto de sus compañeras, que también por primera vez suben al ring de unos Juegos Panamericanos.
La victoria de Calá es, sin duda, un momento de orgullo y celebración. Pero, más allá de eso, es un recordatorio inspirador de lo que es posible cuando el talento se encuentra con la oportunidad, y un preludio de lo que seguramente será un futuro brillante para el boxeo femenino cubano.
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