Por Henry Omar Pérez
Fotos: Arelys María Echeverría
La doctora Heidy González Valdés-Ávila camina sobre
el filo de lo humano.
Estudió una ciencia que se enfrenta al crimen y hoy su rigor desmonta mentiras.
Desde que se graduó como médico en 2002, supo que su camino no serían los consultorios convencionales: quería ser la voz de quienes la violencia había silenciado.
En 2015 obtuvo el título de médico legista, una decisión que pocos comprenden, pero que ella defiende con pasión.
Su labor no trata de la muerte, sino de la verdad que perdura más allá de ella. Una verdad que duele, pero también libera.
—Doctora González, ¿por qué la Medicina Legal y no otra especialidad?
Mi familia me preguntaba lo mismo. Me decían que, con mis notas, podía escoger cualquier especialidad y que no entendían por qué me atraían “esas cosas tristes”. Para mí no era tristeza: era justicia.
